TENER UN HUERTO EN CASA

CULTIVOS PARA EMPEZAR TU HUERTO.



CULTIVOS


acelgas

ACELGAS


Verde que te quiero verde


Historia

Perteneciente a la familia de las Quenopodiáceas, las acelgas o (Beta vulgaris var. Cicla) tienen su origen en el Mediterráneo debido a su clima templado. Hay documentos que indican que los griegos en el siglo V a.C. eran consumidores de estas hojas verdes ricas en vitaminas (folatos, beta-caroteno, vitamina C), sales minerales (sodio, calcio, fósforo, potasio, magnesio) y fibra. Sin embargo han sido los árabes quienes a partir de la Edad Media la cultivaron para aprovechar su valor terapéutico y medicinal. Restando importancia a su mala fama de “sosa”, las acelgas son una buena alternativa a la hora de montar tu huerto en casa.


La siembra

La siembra de la acelga puede realizarse desde semilla o almácigo. Sin embargo normalmente se planta desde semilla directamente al voleo o creando hileras en tu mesa de cultivo. Se recomienda plantar 2 o 3 semillas en un surco no muy profundo y mantener una distancia de 0,35 cm. entre ellas. El tipo de suelo óptimo para su desarrollo es una tierra rica en nutrientes y con un pH cercano al 6,5 (óptimo 7,2). Evitar suelos ácidos y saturados de agua.

Teniendo en cuenta que la acelga necesita una temperatura templada para su desarrollo (mínimo de 6ºC media de 15º a 25ºC máximo de 27º a 33º C) y es susceptible a cambios bruscos de temperatura, se debe sembrar desde principios hasta mediados de la primavera. Sin embargo dependiendo de las fechas de cosecha se recomienda:

- Cosecha de verano: Fecha de siembra entre los meses de abril y julio.

- Cosecha de invierno: Fecha de siembra entre los meses de octubre y marzo.

El riego

Las acelgas necesitan tierras húmedas para crecer, evitando la saturación de agua. Una vez sembradas las semillas, se recomienda regar diariamente a lo largo de una semana sin abono alguno. Una práctica muy agradecida, es la de rastrillar para remover la tierra unos 2 – 3 cm. Dependiendo de la estación del año, el riego varía en frecuencia siendo en verano una o dos veces a la semana y en invierno mínimamente.


Plagas y enfermedades

Las acelgas en sus primeras etapas de crecimiento pueden necesitar trabajo de quitar malas hierbas este tipo de cuidados disminuye a medida de que la planta va creciendo.

A la hora de hablar de plagas y enfermedades, las acelgas son víctimas de:

- los pulgones

- la mosca de la remolacha

- la araña roja

- la mosca minadora

- caracoles

Existen muchos insecticidas caseros y ecológicos, como las cenizas de chimenea que evita que los caracoles afecten a las acelgas. Sin embargo las acelgas son muy resistentes a plagas y enfermedades.


La Poda

La poda de las acelgas se limita a quitar las posibles malas hierbas que aparecen en la base de la planta.


La cosecha

Traspasados los 60-70 días desde su siembra, se puede recolectar las acelgas de hojas tiernas. Existen dos modalidades de recolección de la acelga: la planta entera (peso aproximado de 1 kilo) o arrancando las hojas tiernas de fuera hacia dentro. En caso de que se utilice la técnica de cosechar lentamente las hojas, se recomienda utilizar una herramienta cortante.























ajos

AJOS


Ajo: La estrella de la cocina española


Historia

La planta tiene una raíz bulbosa que se denomina “cabeza” y está compuesta por entre 6 y 12 bulbillos (denominados dientes), que se unen en su base por una película delgada de color blanco. Las hojas del ajo son macizas, a diferencia de las de la cebolla que son huecas, y en algunas poblaciones suelen utilizarse para sazonar platos y/o realizar salsas.

De la familia de las Liliáceas y originario de Asia Central, algunos textos antiguos indican que 3.000 años a. C. el ajo ya era consumido en la India y en Egipto. Importantes poblaciones como los egipcios, los romanos, los griegos incorporaron el ajo en su comida para así disfrutar de su sabor y beneficios.


La siembra

Tan solo debes coger un diente de ajo y enterrarlo en la tierra. ¿Cómo? Se deben colocar los bulbillos en hoyos de 2,5 cms. de profundidad, teniendo en cuenta que el borde con puntas debe mirar siempre hacia arriba. Cada bulbo tiene que tener una distancia de 15 cms. entre sí y, en caso de plantar en filas, cada fila debe estar separada 30 cms.

El suelo donde plantar el ajo debe estar previamente abonado y removido. Si el suelo es muy ligero, se recomienda agregar un buen compost o una capa de estiércol para optimizar la cosecha. Elige un lugar con mucho sol a la hora de cultivar ajos, ya que es muy beneficioso para la planta, pero hay que tener en cuenta que no debe exponerse al calor excesivo.

¿Cuándo sembrar ajos? La siembra debe realizarse en primavera y se recolecta en otoño. También se puede sembrar en otoño, y ello permitirá tener ajo todo el año.


El riego

Una vez que se realizó la siembra de ajo, se debe aplicar el primer riego. Hay que tratar de que el agua fluya lentamente y que no rebase el lomo del surco para evitar que se formen costras que dificulten la correcta salida de la planta ni que el agua se estanque y pudra a los bulbillos. Los primeros riegos deben realizarse aproximadamente cada 15-25 días, dependiendo de las zonas, la lluvia natural es suficiente para que el ajo se desarrolle de forma sana y natural (salvo de temporadas de sequía)

Los que recién se estrenan en el cultivo de ajo, es importante destacar que 10 días después del primer riego se recomienda realizar otro riego ligero, para favorecer la germinación de las semillas inactivas.


Plagas y enfermedades

Hay que mantenerse atento a su proceso de crecimiento. Algunos problemas básicos a la hora de cultivar ajos son:

• Pudrición: aparece en las primeras fases del desarrollo en caso de condiciones de humedad excesiva.

• Gorgojo de los bulbos: Esun coleóptero (insecto) que suele aparecer poco antes de la cosecha, y se come los ajos casi por completo.

• Mosca de la cebolla

• Tiña del puerro (insecto)

• Roya del ajo (hongo)

• Mildiu (hongo)


La poda

La poda de la planta es importante. Si la planta florece, el tallo floral debe ser cortado cuando alcanza la altura de 10 centímetros y de esta manera se podrá obtener una mejor cosecha de ajos.


La cosecha

Si todo ha ido bien, el ajo puede cosecharse tras aproximadamente 3 meses desde su plantación (meses de junio-julio). Los bulbos deben arrancarse cuando las hojas de la planta se hayan marchitado. Una vez que los bulbos se hayan extraído de la planta, se los debe dejar secar al sol durante algunos días para luego trenzarlos. Dicha trenza debe colgarse en un lugar seco y aireado para una mejor conservación de los ajos.

¡Recordad! Guardad unos cuantos bulbos para poder replantarlos en la próxima siembra… comenzad con vuestros semilleros.























Apio

APIO


El diurético natural


Historia

Primo hermano del perejil y del hinojo, el apio pertenece a la familia de las umbelíferas. Se usa como medicina natural desde tiempos remotos y tanto los egipcios como los griegos y los romanos conocían sus propiedades como diurético, depurador de la sangre y desintoxicador del organismo. De hecho Hipócrates lo usaba en el siglo V a C. como diurético y los chinos también lo empleaban en la antigüedad para tratar distintas afecciones.

En la actualidad, se cultiva en casi todas las regiones templadas del mundo y cada vez son más las personas que lo consumen por ser un vegetal refrescante y saludable a nivel nutricional y terapéutico.

En nuestro país, España, el tipo de apio más común es el de rama, que a su vez se divide en dos variedades:

- El apio verde que necesita que se le haga la práctica de blanqueo en invernadero si se quieren obtener pencas blancas y el apio blanco o amarillo que es más difícil de cultivar y, por lo tanto, es más apreciado.


La Siembra

El apio es un cultivo de clima templado, que al aire libre no soporta los fríos de invierno en el interior de España. ¿Cómo debes cultivarlo en tu huerto en casa? La siembra se realiza en primavera a través de las semillas y el trasplante se realiza a comienzos del verano.

Las semillas del apio deben plantarse en bandejas, en hileras que tengan entre sí una distancia de 30 centímetros. Si se opta por utilizar plantines en vez de semillas, los trasplantes deben hacerse con un margen de 30 centímetros entre cada planta para permitir el correcto desarrollo de la planta.

Como ya sabemos, la preparación del suelo a la hora de sembrar es importante, el apio necesita un suelo profundo, fértil y muy húmedo pero sin exceso de agua. Por eso hay que evitar la formación de charcos o barro en la tierra. Se recomienda agregar compost maduro o estiércol al lugar de la plantación para aportar los nutrientes y minerales necesarios para lograr una cosecha exitosa.


El riego

El apio seguramente será una de las plantas que más riegues en tu huerto ya que necesita humedad constante. A modo de parámetro, se recomienda regar el apio como mínimo dos veces por semana.

Cuando está en sus primeras fases de su desarrollo, el riego debe ser abundante y regular, para que la plántula pueda tener un crecimiento continuo. Siempre debes regarla antes de que se seque la tierra, y la cantidad de agua dependerá también de la estación en la que nos encontremos.


Plagas y enfermedades

Como todo cultivo, el apio es víctima de plagas y enfermedades. Estar alerta de la salud de la planta tendrá como resultado una gran cosecha (y un delicioso apio).

Veamos las plagas y enfermedades más frecuentes que afectan al apio:

• Gusanos grises: aparecen especialmente en la primavera y son devoradores nocturnos de las hojas.

• Mosca del apio: depositan sus huevos en las hojas del apio y sus larvas penetran en ellas para alimentarse.

• Pulgones: se alimentan de las hojas y tallos tiernos del apio, este insecto no sólo destruye la planta sino que también son transmisores de enfermedades.

•Rosquilla negra: se trata de una oruga negruzca que se arrolla en espiral y descansa entre los restos vegetales al pie de sus tallos y que se alimenta de la planta por la noche o días nublados.


Cuidados y poda

El apio no es muy amante del sol excesivo por ello es recomendable encontrar un lugar en casa o mesa de cultivo que no le llegue mucho sol. Si bien tolera muy bien lugares con sombra es importante que también tenga algunas horas de luz solar directa para desarrollarse perfectamente.


La cosecha

La recolección se realizará en torno a los 7-8 meses desde la germinación de las semillas. Las plantas se irán desenterrando a medida que se vayan necesitando, ya que lo ideal es consumirlas bien frescas.























Berenjenas

BERENJENAS


Rica y versátil


Historia

La berenjena, cuyo nombre científico es Solanum melongena, pertenece a la familia de las solanáceas, es pariente próxima del tomate y es beneficiosa para la salud, ya que protege al cerebro del envejecimiento y ayuda a prevenir cualquier tipo de infección. La berenjena se cultiva desde años ¡antes del 2000 a.C.! Diversos documentos escritos ubican el origen geográfico de este cultivo en el sudeste asiático. La introducción de la berenjena a Europa se debe agradecer a los árabes quienes la cultivaban en las zonas más cálidas del Mediterráneo.


La Siembra

La berenjena es una planta muy exigente en cuanto a la luz, requiere de 10 a 12 horas de luz diaria aproximadamente, por eso es importante definir bien en qué lugar de tu terraza o jardín cultivarla. En cuanto a la temperatura, es un cultivo de climas cálidos y secos, por lo que se considera uno de los cultivos más exigentes en calor. La temperatura media para un buen crecimiento está comprendida entre los 23-25º C, aunque soporta bien las temperaturas elevadas, siempre que la humedad sea la adecuada. Lo ideal es sembrar las semillas a finales del invierno o principios de la primavera.

La berenjena necesita suelos profundos, sin embargo no es un cultivo exigente en relación a este tema, ya que posee un potente y profundo sistema radicular. No obstante, lo ideal es mezclar la tierra con una gran cantidad de compost o abono y mantenerlo siempre húmedo.

Las semillas para la siembra se extraen de los frutos maduros. Lo ideal es sembrarlas primero en maceteros y dejarlas germinar alrededor de 10 semanas para luego trasplantarlas a 25-30 cm de profundidad. El trasplante debe hacerse después de que todo el peligro de heladas haya pasado.


El riego

Como dijimos, el cultivo de berenjenas necesita un suelo húmedo, por eso el riego debe ser frecuente y en cantidad, sobretodo en la primera parte de la germinación que es donde crecen los frutos. Si has decidido realizar el cultivo en macetas, recuerda mantener un buen drenaje para que el agua no se acumule en sus raíces.


La poda

Cuando la planta de desarrolle, deben eliminarse los chupones y hojas que se desarrollan por debajo de la “cruz” como también lavar la planta para que pueda airearse. Puedes elegir el número de brazos que tendrá la planta en función del marco de plantación.

Se aconseja también realizar un aclareo de frutos malformados o dañados por plagas o enfermedades.


Plagas y enfermedades

Las plagas y enfermedades que afectan al cultivo de berenjenas son:

• Pulgones: se alimentan de la savia de la planta, destruye la planta y también es transmisor de enfermedades.

• Escarabajo de la patata: estos insectos depositan sus larvas en las hojas para alimentarse de éstas.

• Araña roja: estos insectos destruyen las hojas y se detecta su presencia por manchas amarillas y una tonalidad rojiza de la planta.

• Ahilado: esta afectación se manifiesta por falta de luz, produciendo una planta sin flores y desarrollo anormal.

• Nematodos

• Alternaria


La cosecha

¿Un truco para ver si la berenjena está para cosechar? Colócala en la palma de tu mano y presióna suavemente con el dedo pulgar, s la cáscara se hunde pero retorna a su forma original, está lista para cosecharse. Por el contrario, si la carne es dura y no se hunde, la berenjena no está madura. Si cuando presionas con el dedo pulgar, la cáscara se hunde y no regresa a su forma original, está más que madura y puede estar muy amarga y de color completamente marrón por dentro. ¡Cuidado!























Calabazin

CALABAZIN


Sabrosos y bajos en calorías


Historia

Proveniente de la familia de las Cucurbitáceas, el calabacín se cultiva desde hace muchísimos años y su cosecha se ha extendido por zonas templadas como Egipto, Grecia o Italia. Los árabes fueron los pioneros en el cultivo y producción de esta verdura por las regiones más occidentales del Mar Mediterráneo, resultando un alimento muy usado por las clases medias y bajas durante la Edad Media. En la actualidad los principales productores mundiales de esta verdura son Holanda, América del Norte, Marruecos, Italia y España (Murcia).


La siembra

El calabacín es un cultivo que necesita un clima cálido para germinar. Para cultivar el calabacín en tu huerto en casa, puedes hacer la siembra directamente en tierra o en una capa de arena, a razón de 2-3 semillas por hoyo, a una profundidad de 2 cms. Las semillas se siembran juntas porque el objetivo es que al emerger rompan la costra del suelo con mayor facilidad. Una vez colocadas, hay que cubrirlas con 3-4 cms. de tierra o arena según corresponda.

Una vez que se haya producido la germinación, se recomienda dejar crecer sólo un plantín por hoyo. Para ello se debe elegir la más fuerte y descartar las otras. La época de siembra es de marzo a septiembre.


El suelo

El calabacín es muy poco exigente con el suelo y se adapta con facilidad a todo tipo, aunque prefiere aquellos profundos y bien drenados. En cuanto a los fertilizantes, los abonos simples son los que más se utilizan, tanto solubles como en forma líquida.


El riego

Si piensas cultivar calabacín en tu huerto urbano, debes saber que el calabacín es una planta exigente en humedad, que precisa riegos más frecuentes con la aparición de los primeros frutos ¡sólo hay que ver su composición! No obstante, al principio de la siembra no son convenientes los excesos de agua, ya que los encharcamientos son perjudiciales para el buen desarrollo de la planta.

Al realizar el trasplante, se debe hacer un riego profundo para afianzar las raíces y no se debe volver a regar la planta hasta que las hojas se vean como “alicaídos”; ahí se realizará nuevamente un riego profundo. Éstos pasos deben repetirse hasta que comience a crecer la flor. A partir de allí, el suelo se mantendrá húmedo pero sin excesos de agua.


Plagas y enfermedades

¿Cuáles son las plagas y enfermedades que afectan principalmente a la hora de cultivar calabacín en tu huero en casa? Veamos:

• Araña roja: estos insectos afectan gravemente a la planta durante su primera fase de desarrollo, por ello se recomienda vigilar la planta en esta instancia.

• Mosca blanca: este insecto produce el amarillamiento y debilitamiento de la planta. La forma de combatir esta plaga puede ser cultivar plantas aromáticas repelentes como la albahaca.

• Pulgones: el peligro de los pulgones reside en que forman colonias y se distribuyen en focos que se dispersan principalmente en primavera y otoño.

• Nematodos

• Minadores de hojas


La cosecha

Si tu huerto urbano ha dado una buena acogida al calabacín, la recolección del calabacín se hará 40 días después de la siembra, y continuará de acuerdo al crecimiento de la planta, por otros 40-60 días más.

Se aconseja recolectar los calabacines todos los días o cada dos días como máximo, ya que hasta que no se corta el fruto está creciendo, y retrasa la formación de los frutos siguientes.























Cebollas

CEBOLLAS


Capas de sabor


Historia

El nombre científico de la cebolla es Allium cepa L. proviene de la familia de las Liliaceae. Se trata de una de las hortalizas de consumo más antiguas. Su origen se localiza en Asia central, y como centro secundario está el Mediterráneo. Las primeras referencias sobre esta hortaliza se remontan hacia 3.200 a.C. ya que fue muy cultivada por los egipcios, griegos y romanos.


La siembra

Esta verdura prefiere los suelos franco arenosos, la turba y el limo. En relación a los fertilizantes, te recomendamos colocar una buena capa superficial de compost maduro sobre el suelo donde se van a plantar las cebollas, ya sea en el huerto o en maceteros.

En relación a la siembra, hay cuatro formas de plantar las cebollas:

1- Al final del verano: Sembrar las semillas espaciadas unas de otras, recomendando realizar surcos superficiales, y luego taparlas con 1,5 cm. de compost apisonando bien el terreno. Se recomienda protegerlas del frío. Al llegar la primavera debes aclarar el cultivo, con una distancia entre una y otra de 15 cms.

2- Siembra en invierno: Si el invierno es muy crudo te recomendamos sembrar en almácigos en zonas protegidas. El objetivo es tener pequeñas cebollas listas para trasplantar en primavera.

3- Siembra en primavera: Sólo es recomendable la siembra en este período si se avecina un verano fresco y húmedo y no se tiene cómo almacenar las cebollas. Durante esta estación debes sembrar igual que en el verano, pero aclarando las plantas a 10 cms.

4-Bulbos: Si deseas sembrar a partir de bulbos y no de semillas, el mejor momento para hacerlo es la estación de primavera. Debes hacer hoyos a lo largo de una línea que deben tener 15 cms. de profundidad cada uno. Introduces un bulbo en cada hoyo y luego aprietas la tierra de alrededor.


El riego

Las cebollas no necesitan un riego abundante durante su ciclo de vida. La etapa en la que más necesitan agua es cuando están creciendo, antes de formar el bulbo. Una vez que los bulbos estén formados, hay que disminuir la cantidad de agua de riego ya que las cebollas necesitan menor cantidad.


Plagas y enfermedades

• Escarabajo de la cebolla: tanto sus larvas amarillas como los adultos afectan a la cebolla, las primeras alimentándose de las hojas siguiendo los nervios de éstas y los segundos, perforando las hojas.

• Mosca de la cebolla: la afectación de estos insectos deriva en la putrefacción de los bulbos.

• Trips: el ataque de esta plaga se reconoce por el color amarillo y sequedad de las hojas.

• Polilla de la cebolla: estos insectos penetran en el interior de las hojas hasta llegar al cogollo deteniendo el desarrollo de la planta y pudriéndola.

• Carbón de la cebolla: se trata de estrías gris-plateado, que llegan a ser negras; las plántulas afectadas mueren.


La poda

La limpieza de malas hierbas es imprescindible para obtener una buena cosecha de cebollas, pues se establece una fuerte competencia con el cultivo, debido principalmente al corto sistema radicular de la cebolla. Se recomienda realizar repetidas escardas con objeto de airear el terreno, interrumpir la capilaridad y eliminar malas hierbas. La primera se realiza apenas las plantitas han alcanzado los 10 cm de altura y el resto, cuando sea necesario.


La cosecha

Para cosechar las cebollas el primer paso es observar cuando los vértices de las hojas comienzan a ponerse amarillos. En ese momento hay que retorcer y romper sus cuellos, y dejarlos allí mismo en contacto con la tierra. De esta manera daremos inicio a la maduración de la cebolla. Por otro lado y con mucho cuidado hay que levantar los bulbos de la cebolla preferentemente con una horquilla, tratando de no dañar su piel y no desenterrándolos del todo. Así se iniciará el secado del bulbo. Unos días después se desentierran completamente y se dejan secar al sol durante 2 semanas.























Coliflor

COLIFLORES


Coliflores orgánicos en casa


Historia

La coliflor pertenece a la familia de las crucíferas, un clan famoso por sus propiedades beneficiosas para la salud. Es un vegetal típico de la zona mediterránea que fue popularizado por los romanos, quienes comenzaron a cultivarla para el consumo pues hasta entonces era usado sólo en la medicina.


La siembra

Una gran noticia para quienes cultiven coliflor es que este vegetal puede ser cosechado durante todo el año por lo que es posible plantarlo en cualquier estación si bien lo mejor es hacerlo entre septiembre y enero.

Es necesario contar con un suelo compacto y firme aunque húmedo y poroso para así lograr un buen drenaje. El PH óptimo es de 6,5 a 7 pues la coliflor prefiere los suelos neutros. Por otra parte, se necesita contar con tierra rica en nutrientes por lo que lo mejor será agregar abono orgánico como puede ser el compost.

La siembra se realiza primero en semillero para luego realizar el trasplante cuando la planta tenga yemas pues son ellas las que luego darán la flor. Por otra parte, en esta etapa hay que evitar las bajas temperaturas y hay que ser cuidadoso y mantener el suelo muy húmedo.

Luego habrá que ubicar la planta en un sitio abierto y soleado enterrando las raíces y el tallo hasta la base de las primeras hojas. Si quieres cosechar durante todo el año, recuerda que hay distintos tipos de coliflor que se plantan en diferentes épocas. Tu elección dependerá del momento en que deseas cultivarlo.


- Variedad de verano-otoño: la siembra se realiza de enero a marzo en semillero protegido.

- Variedades de otoño-invierno: se siembran en semillero al aire libre de mayo a junio.

- Variedades de invierno-primavera: siembra en semillero al aire libre de julio a septiembre.


El riego

Para el buen desarrollo de la planta se recomienda realizar un riego frecuente, es decir entre 8 y 14 riegos semanales, sobre todo durante la fase de crecimiento. Esto ayudará a mantener el suelo húmedo durante todo el ciclo de cultivo.

Plagas y enfermedades

Para cuidar tus cultivos, debes prestar atención a las siguientes amenazas:

• Hernia de la col: se trata de una enfermedad provocada por un hongo, que provoca abultamientos en el tallo y en las raíces, marchitando sus hojas.

• Mariposa de la col: es una mariposa blanca con puntos negros que pone sus huevos en el envés de las hojas. Sus larvas verdes y peludas se comen las hojas dejando el nervio central.

• Mosca de la col: es un tipo de mosca muy parecida a la mosca común que se sitúa en el cuello del tallo y forma galerías hasta dejar hueco el tallo. Las plantas jóvenes de marchitan y mueren.


La poda

Lo mejor será atar las hojas durante el invierno para proteger el cogollo. Por otra parte, es bueno eliminar las hierbas competidoras para así evitar que en ellas se refugien insectos como la mosca de la col.


La cosecha

Como dijimos, la cosecha puede realizarse durante todo el año y sólo hay que verificar cuando el vegetal está listo para la recolección. Esto sucede cuando los cogollos son pequeños y blancos, y antes de que se vuelvan amarillos. Deben estar duros y firmes. El proceso es sencillo pues sólo hay que cortar las inflorescencias junto a algunas hojas tiernas.

Las coliflores pueden ser guardadas en el frigorífico durante una semana o bien conservarlas al aire libre colgándolas boja abajo en un lugar fresco y ventilado durante unas tres semanas.

Estas recomendaciones te ayudarán a conseguir mejores resultados a la hora de cultivar coliflor:

- Durante la fase de crecimiento, se recomienda añadir una dosis de abono líquido una vez a la semana.

- Si la flor comienza a ponerse de color rosado o morado es recomendable taparla con hojas ya que el sol directo la hace madurar muy rápido.























Fresas

FRESAS


Las sabrosas fresas


Si alguna vez has probado fresas frescas de huerto es probable que luego del primer bocado hayas decidido cultivarlas en tu hogar. Con firmeza y convicción. Tal vez finalmente el proyecto haya quedado en la nada pero es probable que la idea siempre haya quedado flotando pues nada tienen en común una fresa comprada en el mercado a una recién cosechada.

Son mucho más dulces, rojas y suaves al paladar. Exquisitas sin dudas y es por eso que hoy te animo a retomar viejas cuentas pendientes y cultivar fresas en tu mesa de cultivo.


Historia

La fresa que se come en Europa es originaria de América del Norte y fue introducida en el continente por los primeros colonos del estado de Virginia, en los Estados Unidos.

Las fresas pertenecen a la familia de las Rosáceas y al género Fragaria. Hay más de 2.000 especies de plantas herbáceas, arbustos y árboles que se encuentran en diferentes regiones del mundo.


La siembra

En este caso, hablamos de un cultivo resistente al frío, que soporta las heladas y puede crecer tanto en lugares cálidos como fríos. En climas templados, puede producir casi todo el año. Por otra parte, a las fresas les gusta la tierra rica en abono y una tierra que no esté encharcada.

Si bien es posible sembrar las semillas de fresa, lo más común es comprar plantones de fresa en el vivero para luego plantarlos directo en la tierra, con una separación de unos 30 cm. entre planta y planta para que entonces puedan propagarse. Si se cultiva el espacios más chicos, como una mesa de cultivo o una maceta el proceso es similar sólo que hay que cuidar que la tierra tenga un muy buen drenaje ya que es una planta sensible a la humead y es común que se pudra por exceso de agua. Lo ideal es sembrar las fresas a finales de invierno o de la primavera, cuando la tierra se comienza a calentar. Una vez realizada la siembra, coloca la planta en un lugar soleado.


El riego

Es un cultivo exigente en riego pero que a la vez es sensible a la humedad por lo que hay que regar en la medida justa. Lo mejor es repartir los riegos para evitar excesos pero que la planta reciba el agua que necesita.


La poda

Hay que eliminar las malas hierbas de tanto en tanto así es que te aconsejamos revisar el terreno periódicamente. También quita las primeras florse para que la mata de fresas crezca fuerte.


Plagas y enfermedades

Las fresas pueden ser afectadas por varias enfermedades causadas por diferentes virus y también por enfermedades como:

- Mal blanco de los fresones: un tipo de oidio que se advierte por la aparición de una capa blanco-grisácea de esporas en el envés de las hojas.

- Manchas zonales: un mal que provoca manchas marrones y amarillas en las hojas y ennegrecimiento de los pecíolos provocando la caída de las hojas.

Las plagas más comunes son la araña roja, los pulgones, el gusano de alambre, las babosas, los pájaros, los ácaros de los fresones y el barrenador de la fresa, un escarabajo que afecta las raíces de la planta.


La cosecha

Cuando las fresas lucen un color rojo intenso están listas para ser recolectadas. Puedes hacerlo dejando siempre el tallo intacto. Realiza el proceso con rapidez para conservar la frescura del fruto.

Para mantener la humedad del suelo puedes realizar un acolchado con paja. Esto también impedirá el desarrollo de malas hierbas.

Es común realizar coberturas con túneles para así proteger a la planta del frío y también para acelerar la maduración de los frutos. Las mismas se realizan con una estructura de alambre, postes y caballones.























Habas

HABAS


Las multifacéticas habas


Historia

Las habas comenzaron a cultivarse en el norte de África, el sur del mar Caspio, el Medio Oriente y Asia Central. Se sabe que los egipcios, griegos y romanos también consumían habas secas y desde América se extendió a otros lugares. Así fue como llegó a España y Portugal, donde muy pronto ganó popularidad hasta cruzar a otras fronteras europeas.

Su nombre científico es Vicia faba y, al igual que sucede con los guisantes, son plantas muy fáciles de cultivar. ¿Listo para hacerlo en tu mesa de cultivo o jardín?


La siembra

Crudas o cocidas, salteadas con bacon o al wok junto a otros vegetales, antes de llegar a la mesa las habas deben ser sembradas en hileras de 60 cm. de distancia, con una separación de unos 20 cm. entre planta y planta.

Lo mejor es plantar las semillas a una profundidad de 5 cm. y lo ideal es hacerlo en primavera (en climas fríos) o bien durante el otoño si el clima es más templado. Incluso puedes animarte a hacerlo a mediados del invierno si quieres un cultivo temprano aunque entonces habrá que hacerlo en macetas bajo cristal.


El riego

Recuerda que en el riego está una buena parte del éxito de tu cultivo. ¿Cuándo echarle agua a la planta? El mejor momento es cuando están en floración y fructificación. Al igual que sucede con otras leguminosas, no abuses del agua para evitar que el suelo esté demasiado húmedo, algo que atenta contra su buen crecimiento.


Plagas y enfermedades

A diferencia de otros vegetales, las habas son plantas fuertes, resistentes a muchas plagas y enfermedades. Sin embargo, cultivar habas en casa supone enfrentarse a los siguientes enemigos:

• Pulgón negro: es un insecto que segrega una melaza que altera el desarrollo del cultivo.

• Sitona: es un escarabajo que roe los bordes de las hojas.

• Trips del guisante: una larva que ataca los cultivos de habas y guisantes afectando las vainas.

• Roya: una enfermedad que ataca la parte aérea de la planta (hojas y tallos).

• Mildiu: una enfermedad que provoca manchas en las hojas que luego se desecan.

• Jopo: es una planta parásita que absorbe los nutrientes del cultivo.


La poda

Se recomienda quitar las malas hierbas durante el proceso para que la planta crezca sin alteraciones. Otro buen consejo es pellizcar los brotes par estimular el crecimiento de las vainas.

Ya ves que no es nada complicado cultivar habas en tu huerto en casa, apenas un seguimiento necesario para cuidar a tus plantas en floración.


La cosecha

El cultivo de habas demora entre 70 y 90 días. El mejor momento para la cosecha es cuando las vainas están todavía verdes. A la hora de almacenarlas, es posible hacerlo en congelador.

Un buen consejo a tener en cuenta: recolectar antes de que la piel de las semillas se vuelva áspera.

Siempre es bueno escuchar a los que más saben. En este caso, los expertos nos regalan algunos consejos para lograr habas carnosas y tiernas a la hora de cultivar habas:

- Guía aquéllas variedades de la planta que son más altas con estacas y cuerdas para así controlar su crecimiento.

- Para que la planta madure antes puedes despuntar los extremos de los tallos más importantes una vez que hayan crecido las primeras vainas.

- Al momento de preparar el suelo agrega semillas que te hayan sobrado para entonces aportar nitrógeno a la tierra.

- Por ser una leguminosa, puede absorber el nitrógeno del aire por lo que no necesita de fertilizantes o estiércol.

- No cultivar junto a otras hortalizas de la familia de las leguminosas.























Judias

JUDIAS


Judías, de toda la vida


Historia

También conocidas como habichuelas, frijoles o porotos, las judías son originarias de Perú y América Central. Pertenecen a la familia de las leguminosas y su nombre científico es Phaseolus vulgaris var. Vulgaris.

¿Cómo llegaron a Europa? Sucedió en el siglo XIV cuando cruzaron el charco y, curiosamente, comenzaron a formar parte del banquete de los más ricos. Es que por entonces las judías eran un alimento de lujo y sólo los más acaudalados podían degustarlas. Tuvieron que pasar varios años hasta que se popularizaron y pasaron a formar parte de las recetas de la cocina mediterránea.


La siembra

Si quieres cultivar judías en tu huerto en casa, debes sembrarlas en hileras de 60 cm. de distancia con una separación de 20 cm.entre las plantas. Lo mejor es plantar dos o tres semillas por golpe para luego cubrirlas con dos o tres cm. de tierra o arena, en el caso de que el suelo sea enarenado. Si se trata de la variedad de judías trepadoras, entonces habrá que disponer las plantas en hileras y separar las varas unos 45 cm. entre una y otra. En el caso del cultivo en macetas, se recomienda no trasplantarlas porque es común que entonces se detenga el crecimiento retrasándose así la cosecha.

En cuanto a las temperaturas óptimas del cultivo, hablamos de una planta de clima húmedo que es reacia a las heladas y crece mejor cuando la temperatura no supera los 30º C o bien está por debajo de los 15º C.

¿El suelo más favorable? Aquéllos que son ligeros, de textura silíceo-limosa y ricos en materia orgánica.


El riego

El riego es vital para el buen crecimiento de este cultivo: en este caso la medida justa es regar dos veces por semana cuando comienzan a abrir las flores. De esta forma, la planta estará lo suficientemente húmeda pero se evitará el suelo encharcado.


Plagas y enfermedades

• Orugas: los huevos se depositan en las hojas y las larvas dañan la planta al alimentarse de ella.

• Pulgones: especies que forman colonias y se dispersan en las plantas.

• Arañas rojas: una plaga que se desarrolla en el envés de las hojas causando decoloraciones, punteaduras o manchas amarillentas.

• Mosca blanca: las partes jóvenes de la planta son afectadas por larvas que debilitan al ejemplar.

• Antracnosis: una enfermedad causada por un hongo que provoca manchas de colores diversos en las hojas y necrosis en los tallos, frutos o flores.

• Mildiu pulverulento: un hongo que se disemina con rapidez en la planta.

• Roya: es un hongo que produce manchas amarillentas en el haz de las hojas y también afecta a las vainas.

• Podredumbre gris: es un parásito que produce lesiones pardas en hojas y flores, diversas formas de la podredumbre de las raíces y marchitamiento, así como virosis.


La poda

Las judías necesitan de un proceso de deshojado que consiste en eliminar las hojas más viejas cuando la planta está bien formada. Esto reduce el riesgo de enfermedades, además mejora la ventilación y la calidad de la planta.

Puedes practicar la poda tu mismo para así favorecer el buen crecimiento de tus judías ecológicas.


La cosecha

Llega el momento de la recolección, que sucede entre los 70 y los 90 días de iniciada la siembra. La cosecha se realiza cuando las vainas tienen unos 15 cm. de largo.

En el caso de las judías verdes, las más populares del mercado, el momento óptimo para la cosecha es cuando tienen unos 10 cm. de largo. Para cuidar el suelo luego de la cosecha, habrá que arrancar las partes aéreas de las plantas y dejar sólo las raíces para así favorecer el aporte de nitrógeno al suelo pues las judías pueden cultivarse todos los años en el mismo lugar.























Lechugas

LECHUGAS


Lechuga, fiel compañera


Historia

Existen tres tipos de lechugas: la romana, de hoja alargada y estrecha; la lechuga acogollada, también llamada arrepollada; y finalmente la lechuga de hoja suelta, la variedad más extravagante que se caracteriza por sus hojas sueltas y dispersas. El origen de la lechuga o Lactuca Sativa, tal su nombre científico, no es muy claro. Hay quienes afirman que viene de la India mientras que otros aseguran que sus orígenes se remontan a Eurasia y América del Norte. Se sabe que comenzó a cultivarse hace 2.500 años y que era muy consumida por persas, griegos y romanos.


La siembra

Al comenzar a cultivar lechugas en tu huerto urbano, debes tener en cuenta el clima pues se trata de un vegetal que prefiere los climas templados, con una temperatura óptima de entre 15º y 18º C. Y mejor aún si hay una diferencia de temperatura entre el día y la noche. Cuando se superan los 25º C la planta tiende a espigar y si bien puede soportar temperaturas de hasta -6º C, en este caso las hojas sufrirán daños dependiendo de la variedad. Por eso es mejor esperar a la primavera o verano para sembrar lechugas.

A la hora de sembrar tienes dos opciones: En semillero y luego trasplantar los plantines o bien sembrar en el suelo.

Puedes optar por el primero si consideras que el clima está muy frío pues entonces protegerás a las plantas pequeñas que aún están muy débiles. En este caso, lo mejor es usar bandejas de poliestireno con alvéolos, ubicando tres o cuatro semillas por alveolo a una profundidad de medio centímetro. Luego de dos días, las plantas comienzan a germinar y se forman las dos primeras hojas. A los treinta días ya es posible trasplantar las plantitas, cuando las plantas tengan entre 5 y 6 hojas.

Si decides sembrar en la tierra directamente, debes tener un espacio generoso en tu huerto. Debes plantar las semillas en hileras con una separación de 40 cm. entre una y otra. Rastrilla el terreno en forma superficial para enterrar las semillas.


El riego

Plantas sedientas si las hay: la lechuga requiere de mucha agua pues no soporta la sequía. Sin embargo, hay que tener cuidado al momento de regar para evitar los encharcamientos. ¿Lo mejor? Regar pero manteniendo seca la superficie de la tierra para evitar la aparición de podredumbres.

La ecuación perfecta es la siguiente: regar a diario durante la primera semana de plantación y luego 3 veces por semana.


Plagas y enfermedades

Una vez más, es hora de echar un vistazo a las principales plagas y enfermedades que afectan a la hora de cultivar lechuga:


• Trips: es una plaga que produce necrosis foliares.

• Minadores: una plaga que forma galerías en las hojas y debilita a la planta.

• Mosca blanca: una mosca que debilita a la planta al picar y absorber sus jugos.

• Pulgones: una plaga sobre la que hay que tener cuidado pues aparece cerca del momento de la cosecha.

• Gusano gris: se trata de una oruga que secciona por el cuello a las plantas más jóvenes.

• Caracoles y babosas: muerden las hojas y arruinan la cosecha.

• otritis o moho gris: produce manchas color amarillo que se cubren de un moho gris que genera esporas.

• ildiu velloso: produce manchas en el haz de las hojas.


La cosecha

El momento de la recolección debe hacerse antes de la subida de la flor, esto es no menos de dos meses desde el momento de la siembra. Un buen indicador es el cogollo, que debe estar sólo algo consistente, es decir que con una fuerza moderada realizada con las manos puedas comprimirlo.

Para cosechar la lechuga debes cortar la planta por la base, a ras del suelo. Evita regar antes de la recolección pues no debe haber agua en el interior del cogollo.























Melón

MELONES


Los populares melones


Historia

Los orígenes del melón se remontan al sur de Asia, precisamente de Irán, para luego extenderse a Egipto y más tarde a Europa y América, hasta formar parte nuestras recetas cotidianas. Si bien hoy el melón se cultiva en casi todos los lugares con clima cálido y poco lluvioso los principales productores mundiales aún son Irán y China aunque también España.

Su nombre científico es Cucumis Melo y para muchos el melón no es una fruta sino una verdura. La polémica surge debido a que el tipo de planta remite a un vegetal pero el tamaño y textura a una fruta.


La siembra

A la hora de cultivar melón hay que tener en cuenta que este cultivo crece en óptimas condiciones cuando el suelo es ligero y rico en humus. Por el contrario, no es amigo de los suelos arcillosos o ácidos. Lo mejor es que el pH sea mayor a 7… y, debido a que necesita de suelos ricos para crecer, se recomienda agregar una capa de unos 10 cm. o más de compost o estiércol.

Por ser una planta tropical, el melón necesita una temperatura mínima de 18º C durante la germinación y de 25º C durante su desarrollo, por ello se recomeinda en los meses de abril, mayo y junio. El melón necesita crecer a pleno sol y es por eso que es un producto de clima cálido.

Sembrar cuando no haya heladas y el suelo esté seco y caliente. Lo ideal es a comienzos de la primavera. Puedes sembrar en bandejas o tiestos de 6 a 9 cm. plantando dos semillas por tiesto a una profundidad de unos 4 cm. y eliminando la más débil en el caso de que germinen las dos. El trasplante será a las 6 o 7 semanas, cuando al menos la primera hoja esté desarrollada.


El riego

Para cultivar melóndebes saber que la planta necesita de humedad constante y debe ser regada con regularidad evitando los encharcamientos. Al madurar los frutos se recomienda reducir el riego.


La poda

La poda requiere cierto cuidado y cierta precisión: cuando las plantas tienen 4 o 5 hojas verdaderas hay que despuntar el tallo principal por encima de la segunda o tercera hoja. De cada una de las axilas de las hojas restantes, nacen los tallos laterales que tendrás que podar cuando tengan 5 o 6 hojas, por encima de la tercera.


Plagas y enfermedades

• Araña roja: se desarrolla en las hojas y produce decoloraciones y manchas amarillentas.

• Mosca blanca: una mosca que debilita a la planta al picar y absorber sus jugos.

• Pulgón: una plaga que se dispersa principalmente en primavera y otoño.

• Trips: es una plaga que produce necrosis foliares.

• Ceniza u oidio de las cucurbitáceas: una enfermedad que produce manchas de color blanco en las hojas.

• Mildiu: un hongo que se disemina con rapidez en la planta y produce manchas amarillentas en las hojas.

• Enfermedades vasculares: Producen el amarilleo de las hojas y la marchitez de las plantas.


La cosecha

La recolección se produce apenas el melón está maduro. Para saberlo, sólo tienes que observar la fruta: cuando tiene grietas alrededor del tallo y se desprende con facilidad es el momento de cosecharlo.

Otro buen indicio es golpearlo suavemente. Si suena hueco está listo para la recolección. Y además hay que prestar atención al color de la cáscara que cambia de verde a café o amarillo entre las fibras cuando el fruto está maduro. Recordad: una vez realizada la recolección, los melones se volverán más suaves pero no más dulces.Prestad atención a la hora de la cosecha.

- Para crecer con perfectas condiciones los melones necesitan abundante agua y estar libres de maleza.

- Se recomienda no tocar el melón en ningún momento antes de cortarlo pues esto perjudica al fruto.























Pimiento

PIMIENTOS


Pimientos, vegetales con personalidad


Historia

El pimiento o Capisicum annuum pertenece a la familia de las Solanáceas, al igual que el tomate, la patata y la berenjena. Es un vegetal con muchas variedades cuyos orígenes se remontan a Latinoamérica donde es conocido como chiles. Cristobal Colón lo llevó a Europa bautizándolo con el nombre de “pimiento” porque su sabor se parecía al de la pimienta negra, muy utilizada en el viejo continente.


La siembra

Debes tener en cuenta que el pimiento es un vegetal de clima cálido o templado que no soporta las heladas. Si quieres cultivarlo en invierno tendrás que hacerlo en invernadero. De otra forma, elige el momento del año en el que el termómetro nos regala algunos grados de temperatura.

En cuanto al suelo, exige una tierra suelta y arenosa. Evita entonces los suelos arcillosos y pesados, y opta por aquéllos ricos en materia orgánica y con buen drenaje para evitar los encharcamientos.

La siembra debe realizarse durante los meses de febrero y marzo en semillero colocando las semillas a una profundidad de entre 2 y 3 mm. Procura que las semillas no estén demasiado juntas para que las plantas crezcan fuertes. La germinación se produce entre 8 y 20 días de la siembra y luego llega el trasplante.


El riego

Cultivar pimiento implica un riego moderado pero constante a lo largo de todas sus fases. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de una planta que no necesita demasiada agua.


Plagas y enfermedades

El pimiento es sensible a hongos, bacterias. Algunas de las enfermedades más comunes son:

• Podredumbres: hay de distintos tipos como blanca, gris o blanda.

• Roña o sarna bacteriana: provoca manchas en las hojas.

• Seca o tristeza: produce un marchitamiento irreversible en la parte aérea de la planta.

• Ceniza: una enfermedad cuyo síntomas son manchas amarillas en el haz que se necrosan por el centro.

• Pulgón: una plaga que forma colonias.

• Mosca blanca: las larvas absorben la savia de las hojas y dañan la planta.

• Caracoles y babosas: atacan las hojas y los frutos agujerándolos.


La poda

Para que tu cultivo de pimiento crezca con fuerza debes delimitar el número de tallos de cada una de la splantas. Lo ideal es un tallo principal erecto con dos o tres ramificaciones y algunos tallos secundarios hacia el final del ciclo.

A medida que las plantas ramifican entonces debes realizar numerosas podas para mantener el número de ramas antes mencionado quitando también las hojas y brotes que queden por debajo de la cruz.


La cosecha

La época de la recolección es entre junio y septiembre aunque dependerá de la variedad del pimiento, del tipo de siembra y del clima. Las más precoces estarán listas para ser cosechadas hacia los 50 o 60 días de comenzado el ciclo.

Es posible recolectarlos en verde, es decir antes de que comiencen a madurar, o bien ya maduros si tienes pensado consumirlos de inmediato. En caso de ser utilizados en condimentos hay que cosecharlos cuando han madurado por completo.

- Cuando las plantas alcancen cierta altura incorpora tutores para guiar las plantas y que entonces no se tumben ni se rompan los tallos por el peso de los frutos.

- Lo ideal es regar por goteo pues el riego por aspersión moja las hojas y frutos, lo que favorece el desarrollo de hongos.

- Evita cultivar en la misma tierra otras Solanáceas como tomates, berenjenas o patatas pues estos vegetales se contagian de las mismas enfermedades provocadas por hongos del suelo.























Rábanos

RÁBANOS


El colorido rábano


Dos remolachas medianas, 1 taza de agua, 2 cucharadas de sal gruesa, zumo de dos limones, media taza de azúcar y 1 trozo grande de rábano picante. Con estos ingredientes se prepara el jrein, una salsa picante clásica de la cocina judía que acompaña el famoso gefilte fish, uno de los platos más tradicionales del recetario de la comunidad.

Si bien no es uno de los vegetales más utilizados en la cocina merece un espacio en nuestro huerto en casa por sus usos culinarios. ¿Os animáis a cultivar rábanos?


Historia

Al igual que las coles y los berros, el rábano pertenece a la familia de las crucíferas y si bien se conocen seis especies sólo se cultiva el raphanus sativus.

Los primeros ejemplares fueron plantados en China aunque se sabe que fueron los egipcios y babilónicos los que comenzaron a incluirlo en sus dietas. Luego fue adoptado por griegos y romanos, y fueron estos últimos los que lo popularizaron en el resto de Europa de la mano de su expansión territorial.


La siembra

Si quieres cultivar rábanos en tu terraza o jardín debes contar con un suelo poco ácido, mojado y rico en nutrientes por lo que puedes añadir compost para mejorar las virtudes de la tierra.

Por otra parte, tu espacio tendrá que tener luz solar pues a los rábanos les gusta el sol pero la buena noticia es que pueden tolerar cierta falta de luz natural pues se conforman con al menos 4 horas de exposición.

¿Cuándo cultivar rábanos? La mejor época para realizar la siembra es desde el inicio de la primavera hasta finales del otoño. Si puedes realiza una siembra escalonada cada 15 días para entonces obtener rábanos frescos durante toda la temporada. Si plantas en la tierra debes realizar surcos y luego plantar las semillas con una separación de 5 cm. entre una y otra. Si al siembra es en maceteros entonces debes elegir macetas de al menos 15 cm. de profundidad y 1 litro para que la planta tenga suficiente espacio para desarrollarse. Si quieres plantar más de una semilla en tu maceta debes cuidar que ellas tengan una separación de 5 cm. entre una y otra.


El riego

Como decíamos, es vital que la tierra esté mojada pues los rábanos no resisten la falta de agua. Es por eso que te recomendamos regar con frecuencia para mantener la humedad del suelo pero siempre evitando los encharcamientos.


Plagas y enfermedades

Estos son los grandes enemigos de los rábanos. ¡Presta mucha atención para evitarlos!

• Oruga de la col: una plaga provocada por mariposas blancas con manchas negras cuyas larvas provocan daños en la planta.

• Pulgones: unos insectos que chupan la savia de las plantas y producen un líquido azucarado que tapona los estomas de las plantas favoreciendo el crecimiento de ciertos hongos.

• Mildiu velloso: una enfermedad de primavera que provoca manchas amarillas sobre las hojas.


La cosecha

La recolección debe realizarse en el momento en que vas a consumir tus rábanos. Elige siempre los que estén con la maduración adecuada evitando aquellos que estén demasiado crecidos pues entonces los rábanos están muy duros y no tienen buen sabor.

Los rábanos están listos para la cosecha cuando sus raíces tienen cerca de 2,5 cm. de diámetro. Debes quitar la planta entera de la tierra con la mano. Limpia la tierra de los rábanos con la mano para luego guardarlos en un lugar fresco y oscuro. Recuerda que duran sólo dos semanas.

Se recomienda sembrar pocos rábanos pero en forma continua cada 15 días. Evita dejar crecer mucho a tus rábanos para que no pierdan su buen sabor. Evita el exceso de calor pues entonces los rábanos toman un sabor picante.























Tomate

TOMATES


Tomates: secretos y sabores


Historia

Perteneciente a la especie Lycopersicon esculentum, el origen de esta planta se remonta al México del siglo XVI, donde la hortaliza, que crecía en los huertos y se consideraba como “mala hierba” comenzó a ser consumida.

Si se trata de cultivar tomates en nuestro huerto, nos encontraremos con un proceso sencillo aunque requiere de nuestra atención para así lograr los mejores resultados. Basta con ser un simple comensal para descubrir las diferencias entre un tomate en su punto justo y uno muy maduro o bien con aquéllos con demasiados añadidos químicos y poco sabor, viejos y agrietados.


La siembra

El tomate puede ser cultivado en todo tipo de huerto. Lo importante es contar con suelos ricos en nutrientes tratando la tierra con compost o estiércol animal. En el caso de suelos pobres, siempre está la opción de realizar un abono de cobertera una vez que las plantas están creciendo. Hablamos de una planta que necesita sol para crecer por lo que debes elegir cultivarla sólo si tienes un huerto con al menos seis horas de sol al día.

Si eliges plantar en el huerto, hazlo al final de la primavera. En ese caso, lo primero es esparcir las semillas en el suelo para luego cubrirlas con 1 cm. de tierra. Luego hay que cubrir la zona con una manta o con una lámina de plástico para así crear el clima ideal como en un invernadero. Si prefieres la siembra en un semillero, siembra al inicio de la primavera, colocando dos o tres semillas por semillero previamente cubierto con turba. Cubre la bandeja con un plástico sin cerrarla del todo para que tenga cierta ventilación.


El riego

Al igual que sucede con cualquier otro cultivo, el tipo de riego es esencial para el buen crecimiento del tomate. Si bien es una hortaliza, la planta es muy sensible tanto al exceso como a la falta de agua. Al momento de regar, se recomienda verter bastante cantidad de agua pero evitando el exceso de humedad. No regarla frecuentemente pero sí ser generosos al hacerlo.

Lo mejor será realizar el riego por la mañana o luego de la puesta del sol, evitando el momento antes de la recolección.


Plagas y enfermedades

Araña roja, la Mosca blanca, el Pulgón, los Gusanos de suelo, la Ceniza, la Alternariosis del tomate o diferentes virus y bacterias. Es más común que aparezcan en plantas de tomate de invernadero que en aquéllas cultivadas al aire libre. Para evitar plagas y enfermedades se recomienda:

- Optar por cultivar el tomate junto a otros cultivos (rotación de cultivos).

- Inspeccionar el suelo con asiduidad para controlar el nivel de plagas y eliminar restos de cultivo y malas hierbas.

- Realizar una desinfección del suelo y de las estructuras previa a la plantación.

- Eliminar las partes infectadas de la planta.


La Poda

La poda se realiza unos 15 días luego del trasplante y cuando aparecen los primeros tallos laterales, los cuales son eliminados junto a las hojas más viejas para así airear el cuello de la planta. Amarrar la planta a medida que crece para evitar que los frutos lleguen al suelo pues se trata de una planta trepadora. Además, se recomienda quitar los brotes que se asoman entre las axilas de las hojas para así evitar que la planta crezca en forma desordenada pues entonces los tomates serán mucho más pequeños y de una menor calidad.


La cosecha

La cosecha del tomate comienza hacia las 10 o 12 semanas de la siembra. Es escalonada y se realiza a medida que los tomates comienzan a madurar. Es importante recolectar antes de que lleguen las primeras heladas. Si algunos aún están verdes, lo mejor será recogerlos y depositarlos sobre paja en una habitación, para así continuar con su proceso madurativo.























Zanahoria

ZANAHORIA


Zanahoria, fuente de caroteno


¿Quieres lucir un bronceado radiante? Come mucha zanahoria. Basta con eso para que tu piel se vuelva del color deseado y sin necesidad de exponerse mucho al sol. No sólo eso, además es versátil y puede ser usada tu cocina… el recetario siglo XXI incluso utiliza la zanahoria en sofisticadas emulsiones, como es el caso del reconocido chef Ferrán Adriá, quien revolucionó la gastronomía con su cocina molecular.


Historia

Sorprende saber que los orígenes de la zanahoria se remontan a Irán aunque entonces se utilizaban sólo las hojas y las semillas aromáticas de la hortaliza, no así la raíz que consumimos en la actualidad. Fue entre los siglos VIII y X cuando la zanahoria llegó a Europa y por entonces había distintas variedades. Las zanahorias naranjas surgieron en los Países Bajos en el siglo XII.

¿Cuál es su nombre científico? Daucus carota subespecie sativus y se trata de una hortaliza que pertenece a la familia de las umbelíferas.


La siembra

A la hora de cultivar zanahorias debes saber que éstas prefieren el clima frío pero al mismo tiempo necesitan del sol. Lo ideal entonces es sembrarlas en un lugar en el que reciban sol durante todo el día. En cuanto a las condiciones del suelo, lo óptimo es un suelo limo arenoso y hay que pensar en el espacio pues a la zanahoria le gusta la profundidad por lo que en tu huerto debe haber suficiente tierra. Para que la tierra tenga nutrientes se recomienda agregar compost.

¿Cómo realizar la siembra de la zanahoria? Realiza un surco en la tierra de un 1 cm de profundidad y coloca en él de 4 a 5 semillas cada 2,5 cm. Luego tapa el surco con tierra y espera a la germinación que, considera, puede demorar algún tiempo. Si eliges sembrar en macetero, elige uno que tenga al menos 25 cm. de profundidad y que sea de 2 litros o más.


El riego

Lo ideal es un suelo húmedo por lo que debes regar tus zanahorias a menudo para mantener la tierra en buen estado. Procura que sea un riego profundo para que penetre a todas tus zanahorias.


Plagas y enfermedades

• Podredumbre negra: Es un hongo que provoca que las hojas se oscurezcan o mueran y además destruye la raíz.

• Phytophtora y Cercospora: dos enfermedades producidas por hongos que atacan el follaje

• Nematodos: una plaga que provoca pérdidas de calidad por la bifurcación de la raíz o bien por la aparición de nódulos.

• Mosca de la zanahoria: un insecto que ataca la raíz.

• Pulgones: no sólo provocan daños en la planta sino que además son transmisores de virus.

• Gusanos grises: las orugas se comen las partes aéreas de la planta.


La poda

Una vez que aparecen las plantas hay que generar espacio. ¿Cómo hacerlo? Dejando una zanahoria por cada 2,5 cm removiendo las plantas sobrantes. A medida que las plantas crecen hay que repetir la operación pero esta vez dejando 8 cm de distancia entre las plantas.


La cosecha

La recolección de zanahorias se realiza a los dos o tres meses de comenzado el ciclo. El proceso es muy delicado para evitar que se dañen los ejemplares. Es por eso que lo mejor será extraer las zanahorias con la mano y no con una herramienta para tal fin. En el caso de que la tierra esté muy apretada entonces es posible ayudarse con una pala para aflojar la tierra.

Las semillas necesitan estar húmedas antes de ser plantadas. Dos días antes de la siembra se recomienda colocarlas entre 2 papeles húmedos. Recuerda que se trata de una planta bienal, es decir que en el primer año almacena la energía necesaria para poder dar flor y semillas en el segundo año.





















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